He recibido por correo el texto de Gustavo A. Ramírez Castilla, del centro INAH Tamaulipas su reflexión titulada El sindicato de docentes e investigadores del INAH; en la encrucijada. Me parece, una reflexión emergente, necesaria con la que comparto muchas cosas y otras que en mi perspectiva requieren de comentarios, puntos de vista diferentes o informaciones de quiénes estuvimos cerca de algunos de estos procesos que menciona. Dado lo extenso de la temática que maneja el documento, haré mi intervención por entregas.
Por segunda vez consecutiva el sindicato de investigadores y docentes del INAH (DII-‐IA-‐1) carece de planillas para formar el Comité que dirigirá sus acciones en el siguiente periodo. Lo que parecería un tema trivial no lo es en absoluto; por lo que debemos reflexionar acerca de las situaciones que nos han llevado a este punto, lo que significan y el impacto que pueden tener para el gremio en los próximos años.
Desde luego que no hayan logrado que grupos diferentes confirmaran la pluralidad democrática que debería existir en la delegación D-II-IA-1 de la sección X del SNTE es un pésimo síntoma.
Demuestra varias cosas:
Lo que hoy existe no salió ayer, es responsabilidad de todos nosotros y nadie ha tenido el valor de encarar las fallas. Aldir en una carta lo intentó en la realización del congreso de Oaxtepec, pero la delegación carece del poder de convocatoria, de la incidencia necesaria entre los investigadores como para poder reformular y levantar una organización sindical, hoy tenemos una organización no democrática donde gobiernan comités ejecutivos de un mismo grupo, sin contrapesos, sin la participación de la base y sin ninguna transparencia en el manejo de los recursos.
A inicios del 2010 se convocó a la formación de planillas para formar el Comité Sindical, inscribiéndose dos planillas, mismas que renunciaron a su participación tras denunciarse una manipulación del registro por parte de dos de los miembros de la comisión electoral.
Dicha comisión fue destituida en un pleno de delegados, pero el proceso ya no pudo salvarse. Dado que en la nueva convocatoria no se registraron planillas, se optó por la candidatura individual para cada una de las carteras.
Lo que yo siento personalmente es la manipulación de una organización que se dice democrática y que nos sacó de una sesión pública para juzgarnos en nuestra ausencia. Esto no es ni digno de la vida democrática y tampoco habla bien que se hizo todo lo posible para eliminar a la planilla roja.
A estas alturas ya no les creo lo que me dicen. Tienen lo que han sembrado, faccionalismo, sectarismo, división. Nunca nosotros, los que estuvimos en la roja, hicimos nada por entorpecer la vida del sindicato, estuvieron solos y solos nada pudieron hacer. Yo no veo confrontación sino un uso unidireccional de un grupo que decide por todos.
Nosotros, mis compañeros de la roja habíamos hablado con claridad de la necesidad de levantar un sindicato desde abajo, de revivir las reuniones en los centros, de reorientar las metas hacia la auténtica defensa de las condiciones de investigación y de vida de los investigadores. Yo vi desde que llegue, no un sindicato, sino una Organización No Gubernamental dedicada a la defensa del patrimonio. No me opongo a que algunas posturas se aboquen a la defensa de esto, pero la función de un sindicato es la defensa de las condiciones de vida que tenemos y eso es lo que precisamente no hace este sindicato. Mejorar el entorno laboral, mejorar las condiciones de los centros INAH y en cambio permitir que la burocracia de la institución tenga mejores condiciones que los investigadores mismos, como si no se hiciera investigación y lo que se hiciera es burocracia. Entre las planchas de vidrio esmerilado del Aristos y los centros de trabajo en provincia, tenemos una realidad mucho muy profunda de lo que ha terminado siendo nuestra institución.
Yo no estaría de acuerdo con el egoísmo que se quiere achacar a los investigadores. Siendo sinceros como están las cosas, al perecer no necesitamos al sindicato; quién trabaja y se mueve de manera individual obtiene más que si nos movemos colectivamente. Y no me alegro de esto, lo único que me indica es que el sindicato es como una familia disfuncional donde nadie hace lo que le corresponde hacer. Si la gente no acude es sencillamente porque no lo necesita. Por ello acuden los que tienen que venir a hacer trámites a la Ciudad de México y con el pretexto del sindicato te pagan el boleto del autobús o del avión. Así es que rotamos a quiénes necesitan para ver si se avientan a venir a la Ciudad de México. No veo una actividad de discusión, sino una vocería a través de Internet que nos dice que hacer.
En ese proceso, se registraron algunos candidatos individuales además de una planilla encabezada por el Hist. Felipe Echenique March. La impugnación que hiciera la Mtra. Aldir a la participación de Echenique ganó para este las simpatías de los asistentes, arrasando la votación a su favor que, para ajustarse al proceso establecido, se votó de manera individual. Todo eso sucedió en el contexto de disolución de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro debido entre otras cosas a los conflictos al interior de su sindicato. Esa situación hacía que la problemática surgida al interior de la DII-‐IA-‐1 fuera más delicada; se tenía que evitar que el gobierno federal tomara como pretexto nuestro conflicto para desintegrar también al INAH. Finalmente el comité se formó y el sindicato tomó su curso. Echenique está Llegando al final de su gestión desgastado, harto de las confrontaciones y de la falta de acuerdos y resultados. Cuando fue electo como Secretario General del Comité Sindical era visto como alguien que pondría contra la pared a Alfonso de Maria y Campos; pero está visto que las estrategias de presión como las manifestaciones, el desconocimiento a De Maria como director general así como el rechazo de toda propuesta surgida de sus instancias, no fueron operativas. Esto sólo condujo a un mayor divisionismo del INAH y al mayor debilitamiento del sindicato a quien la autoridad ya no tomó en cuenta. Sólo como comparación, el sindicato de Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH, fue capaz de sentar al director general en varias ocasiones y hasta altas horas de la noche en su local, para negociar sus demandas. Esto jamás se vio en el nuestro.
El Comité formó su sindicato y estuvieron cambiando las carteras muchas veces. Yo me postulé para la Secretaría de Organización, en la elección nominal y en el carro completo resultó postulada Hilda del estado de Hidalgo. Yo les pregunto ¿Cuánto duró la mentada Hilda? ¿Dónde estuvo su trabajo para levantar la organización del sindicato? Cambiaron las carteras en el Comité las veces que se les pegó la gana y los agremiados, como yo, nunca existimos. Nos acusaron de cambiar las carteras, de hacer relevos cuando ellos en el comité terminaron haciendo lo mismo.
Pero allí tienen sus prácticas de satanización donde todos son malos menos ellos. José Antonio Contreras, las compañeras del estado de México, son el mismo demonio. ¿Dónde está la vocación plural e incluyente de sumar y no restar? Si algo me queda claro es que durante todo este tiempo es que ha existido una vocación de restar y una nula capacidad de negociación y operación política para fortalecer a la delegación. Una dirección, dirige para todos, no para unos cuantos. ¿Cuándo fue capaz el comité actual de sentar a los actores a los que había derrotado, para sumar un proyecto plural único y organizado por la defensa de nuestra organización? ¿Cuándo ha operado para disminuir las diferencias y construir un programa único nacional? Lo que ha obtenido es un colapso de la vida sindical y un alejamiento de los investigadores de la participación. asambleas de 40 gentes o congresos con un top de 80 personas.
Echenique si fue capaz de sentar al Director General, pero para que le presentara su libro. Para un Secretario General que luego llamó a desconocerlo, me parece que opera en la más absoluta esquizofrenia política. El imaginario de que luchamos, mientras en la realidad De María llegó al final de su mandato.
A mi no me parece un triunfo plantear sentar al Secretario de Educación, y terminar siendo ignorados y remitidos de nuevo al Director que en el discurso dijimos desconocer.
En medio de un contexto nacional en donde muchos empujamos hacia un cambio. El comité en todo el tiempo fue un gran esquirol no sólo contra MORENA cultura, sino contra la solidaridad debida a muchos de los acontecimientos que estaban sucediendo. ¿Quiero pertenecer a un sindicato así? ¿Qué ahoga las iniciativas democráticas y cuyo lenguaje es el faccionalismo y la exclusión? ¿Por qué tengo que pagar mis cuotas para que un sindicato no me defienda?
Dentro de lo que he podido comentar con mis compañeros de la ENAH, no soy el único en sentirme no representado y en notar que hemos ido para atrás. Yo aplaudo tu carta porque nos mete en este tipo de reflexiones.
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Llegó a mi correo la carta de Gustavo, veamos:
Estimados Colegas,
El todavía Comité Directivo del Sindicato de Investigadores del INAH (DII-IA-I), encabezado por el Historiador Felipe Echenique March, se ha negado a distribuir entre los miembros del sindicato el último texto que elaboré, como una crónica de la manera en que fueron manipuladas las elecciones para cambio de Comité, realizadas el 23 de abril del año en curso. El próximo 13 de julio tendrá lugar el cambio definitivo, a través de una simulación que se realiza ante la Sección 10 del SNTE. Lamento mucho que nuestro Secretario General, que siempre ha hecho elogio de divulgar hasta las críticas hacia ellos, en esta ocasión se resista a difundir mi escrito.
Creo que Gustavo los va conociendo. No cuando petulantes hacen declaraciones teatralizando su democracia, sino en acciones que realmente van desnudando quiénes son. Allí tienen a Felipe Echenique, Rosa María Vanegas, Sergio Gómez en todo su esplendor. Me alegra que con todas sus maniobras hayan perdido las elecciones aún en esa asamblea sin quórum. Es una lástima que no podré estar el espectáculo del cambio, me hubiera encantado. Pusieron la asamblea en un compromiso de trabajo que no puedo eludir.
Cómo ya lo dije, no lo hago con la intención de echar abajo el proceso, ni de afectar a nadie. Sólo tengo el interés de dejar constancia de que los vicios que prevalecen en otras instancias sindicales o de gobierno, no son una excepción en el nuestro. Esos vicios y la desorganización prevaleciente, hacen de nuestro sindicato un organismo débil y sin calidad moral para exigir el respeto a las reglas o los procedimientos. Es por ello que me veo en la penosa necesidad de divulgar mi reflexión, ante un público más amplio y que no tendría porque enterarse de la "ropa sucia que debería lavarse encasa".
Si los amedrentan nuestras críticas, ¿cómo se pondrán el día en que pongamos a caminar una alternativa? Me da risa todo el esfuerzo de estos "sindicalistas" por acabar con Gustavo y conmigo, dos miembros del sindicato sin poder, comunes y corrientes, ¿qué pasará si se las organizamos? Las críticas nuestras son legítimas y son justas, el sindicato deberá en el futuro comenzar a reconocerlas.
Pero dado que al menos un 50% de los arqueólogos que pertenecen al sindicato son también miembros de esta Red, he decidido poder hacer de su conocimiento, lo que Echenique he tratado de evadir. Me disculpo de antemano por hacer de la RMA un canal de comunicación con miembros del Sindicato. También me disculpo con aquellos miembros tanto de la RMA como del sindicato que puedan sentirse molestos o agredidos por esta acción, pero; comprenderán, no tengo más opción ante la desatención del Secretario.
Atte.,
Gustavo Ramírez
La red ha sido un canal dónde los textos han escapado a la censura, felicidades Gustavo, quiénes quieran leer un pensamiento crítico tienen que venir a la RMA.
Arturo Luis Alonzo Padilla
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